OPERACIÓN REDIMENSIONAMIENTO / OJO ADVENTISTA.
La mayoria de los articulos de "Estatologico" estan siendo transferidos a dos nuevas secciones de Ojo Adventista: OPINIONES del MUNDO y NUEVO ORDEN MUNDIAL.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Paul Krugman cree que el final de la crisis está lejos.

En declaraciones a la cadena SER, el Nobel de Economía afirma que es probable que aparezcan nuevos escándalos como el 'caso Madoff.

El economista Paul Krugman, último premio Nobel de Economía, cree que el final de la actual crisis económica es aún "lejano" y considera probable que aparezcan nuevos escándalos financieros como el de Madoff, así como la nacionalización de más bancos en EEUU. Así lo ha señalado en una entrevista concedida este viernes al programa radiofónico Hora 25 Global, que emite Cadena SER.

"La crisis es peor de lo que había pensado. Yo pensé que íbamos a tener problemas con la caída del mercado inmobiliario, pero la escala misma desde luego de dicha crisis es una gran sorpresa. Bueno, las cosas son tan malas como se dicen, sí, esto es una depresión muy fuerte, y yo creo que va a ser la peor depresión desde la última depresión", ha declarado Krugman, que cree que, aunque se producirán algunas mejoras, "quizás a finales de 2009", será difícil establecer cuándo se logrará una recuperación plena.

Además, el Nobel considera probable que salgan a la luz nuevos escándalos como el caso Madoff. "Casi seguro veremos más situaciones de esta índole, porque cuando se cae la casa encuentras los esqueletos en el armario", dice.

Por otro lado, Krugman ha calificado de "necesaria" la decisión de la Reserva Federal estadounidense de recortar los tipos de interés hasta prácticamente cero, pues cree que "la mejor forma de evitar una depresión de este tipo es responder con cierta agresividad en un momento temprano", aunque no ha entrado a valorar las posibles repercusiones a medio plazo de la decisión de Bernanke y su equipo.

Obama no lo tendrá fácil

Respecto al futuro inmediato que espera a Estados Unidos tras la llegada de Obama a la Casa Blanca, el próximo 20 de enero, el economista ha mostrado su preocupación por la velocidad en la implantación del paquete de medidas adelantado por el presidente electo para reactivar el mercado laboral y crear empleo, pues considera que "es muy difícil implantar un programa de este tipo en menos de seis meses" y apuesta por que tardará al menos un año.

Krugman cree también que la Administración Bush no ha ayudado mucho en la solución de los problemas. Aunque afirma que el presidente saliente no causó la crisis, reconoce que no ayudó a prevenirla y que su Administración impidió la correcta regulación del mercado. En este sentido, opina que Bush no ha sido un buen presidente "desde el punto de vista económico, ni desde ningún punto de vista".


Fuente: El País.com
Viñeta: Eneko para 20minutos.es
Paul Krugman (28 de febrero de 1953) es un economista, divulgador y periodista norteamericano, cercano a los planteamientos neokeynesianos. Actualmente profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton. Desde 2000 escribe una columna en el periódico New York Times. En 2008 fue galardonado con el Premio Nobel de Economía.

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sábado, 20 de diciembre de 2008

Promesas, promesas. Por Juan Gelman

Rara vez un cambio se ha parecido tanto a una continuidad.
El presidente electo Barack Obama prometió varias cosas antes de serlo. Por ejemplo, terminar la guerra con Irak, que en 2002, en la Plaza Federal de Chicago, calificó de “estúpida”, “imprudente” y “basada en la pasión, no en la razón”. Fue un eje principal de su campaña y, sin duda, le ganó millones de votos. La promesa se está diluyendo: esta semana declaró: “Dije que retiraría de Irak nuestras tropas de combate en 16 meses, en el entendimiento de que podría ser necesario –probablemente necesario– mantener una fuerza residual a fin de proporcionar entrenamiento y apoyo logístico para proteger a nuestros civiles en Irak” (The New York Times, 4-12-08). “El residuo”, al parecer, no será pequeño: el ex secretario de Marina Richard Danzig –uno de los asesores de Obama en materia de seguridad– había ya declarado que sería de 30 mil a 55 mil efectivos. Algunos dicen que la cifra podría llegar a 70 mil, casi la mitad del número actual. Hay residuos así.

Pocos creen que la retirada se llevará a cabo en el lapso prometido y que el último soldado norteamericano dejará suelo iraquí el 31 de diciembre del 2011, según lo pactado con el gobierno de Bagdad. Unos 20 halcones demócratas –la mayoría de la vieja guardia clintoniana de los años ’90– dominan el equipo de seguridad y política internacional de Obama y no falta un legado significativo de W. Bush: el reconfirmado jefe del Pentágono Robert Gates, un insistente partidario de ganar la guerra en Irak como objetivo mínimo. Ahora está “menos preocupado” –dijo– por las promesas de campaña del presidente electo, dado que éste comentó que la retirada de Irak se haría de manera “responsable” y que dependerá de la opinión de los jefes militares (rawstory.com, 2-11-08). En esas condiciones, tal vez no haya sido un trabajo pesado tranquilizar a un belicista de la talla de Gates.

El senador Lindsey Graham, el almirante Nike Mullen, jefe de Estado Mayor Conjunto, y otros “halcones-gallina” republicanos elogiaron estos nombramientos de Obama (www.timesonline.co.uk, 1-12-08). No es para menos: tienen un firme bastión en Hillary Clinton, la nueva secretaria de Estado, acérrima partidaria de la invasión a Irak y Afganistán y de atacar a Irán con bombas nucleares. Se recuerda su propia confesión: “Llamé por teléfono (a su esposo presidente) y lo urgí a bombardear (Yugoslavia)” en el marco de la OTAN; los bombardeos duraron 74 días y a nadie perdonaron. Cabe señalar que la era de Bill no fue precisamente pacifista: a poco de instalarse en la Casa Blanca bombardeó Irak en 1993; logró que la ONU le impusiera a Saddam Hussein un embargo que costó la vida de medio millón de niños iraquíes; atacó a Sudán y Afganistán; desestabilizó a Haití; militarizó la ambigua lucha contra los narcotraficantes que se ha convertido en contrainsurgencia y que no ahorra vidas de civiles inocentes en América latina; apoyó la privatización de las operaciones militares norteamericanas otorgando enjundiosos contratos a la industria armamentista; autorizó la venta de armas a países como Indonesia y Turquía, utilizadas en el genocidio de kurdos y habitantes de Timor Oriental. Un record que el olvido suele abrigar.

Obama nombró jefe del staff de la Casa Blanca a Rahm Emanuel, admirador de las ejecuciones extrajudiciales israelíes, impulsor del servicio paramilitar obligatorio para todos los estadounidenses de 18 a 25 años de edad, del aumento de los efectivos de las fuerzas armadas y de la creación de un sistema de espionaje semejante al MI5 británico. Está en buena compañía: el general (R) James L. Jones, ex comandante del cuerpo de marines y amigo personal del derrotado candidato republicano John McCain, será el asesor jefe de seguridad nacional y es difícil suponer que el hecho de pertenecer al directorio de Boeing no influirá en sus decisiones. Susan Rice, la próxima embajadora de EE.UU. ante la ONU, apoya una intervención militar en Sudán por la crisis de Darfur, de preferencia con la participación de la OTAN. Etc., etc.

Barack mismo ha anunciado objetivos de guerra que poco cambian las políticas de Clinton y de ambos Bush: el incremento de la guerra en Afganistán; el eventual mantenimiento por largo rato de un número ingente de efectivos en Irak; la intervención unilateral en Pakistán; el empleo de ejércitos privados en las zonas donde combate EE.UU.; entre otras cosas. Su vice Jose Biden no es un demócrata cualquiera: como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, sostuvo las mentiras de W. desestimando en el 2002 los testimonios de expertos que señalaban que Irak no tenía armas de destrucción masiva ni constituía una amenaza para la región “y mucho menos para EE.UU.” (www.alternet.org, 20-11-08). Rara vez un cambio se ha parecido tanto a una continuidad.


Fuente: La Bitácora de Gelman
Autor:
Juan Gelman (Buenos Aires, 3 de mayo de 1930), poeta y periodista argentino. Es probablemente el más importante poeta vivo de Argentina y ganador del Premio Cervantes en su edición de 2007.

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domingo, 14 de diciembre de 2008

Falta liderazgo frente a la crisis mundial

Análisis de Julio María Sanguinetti para El País (España)

Cuando Estados Unidos seguía ejerciendo de superpotencia, el dólar se caía y los Gobiernos latinoamericanos se desvivían ante la revaluación de sus monedas. Pasaba en Brasil, en Argentina, en todas partes. Los exportadores de materias primas y alimentos no se quejaban demasiado porque sus precios volaban por las alturas, pero los fabricantes de manufacturas industriales insistían en que no podían competir. Hasta que un día se vino la crisis de Wall Street, se derrumbó la catedral del mundo capitalista y el dólar comenzó a subir en el mundo entero. Subía frente al euro y, naturalmente, frente a todas nuestras monedas. La sola excepción era el yen.

Desde entonces el problema se ha invertido: los Gobiernos tratan de impedir una subida brusca del dólar. Es verdad que todos habían revaluado sus monedas en función de los fabulosos precios de sus exportaciones; en el caso contrario, la inflación se les habría ido a las nubes. Pero ahora, con la caída de los precios, o ayudan a los exportadores con una devaluación mayor, o ellos entran en crisis y paralizan la producción. Brasil -la economía mayor de la región- ha devaluado un 45%; México y Chile, aproximadamente un 28%. En Argentina, incluso, se ha llegado a que el Gobierno reclame de los bancos -coactivamente- información sobre quiénes compran dólares y, así, organizar su apriete para que no lo hagan.

Ahora bien, el dólar no sólo se revalúa en nuestra América Latina. También ocurre sobre el euro (más de un 15%) y la aparente paradoja no lo es. La economía no es sólo racionalidad de costos y beneficios, inversiones y rentabilidad. Incluye poderosos factores psicológicos, en los que el factor seguridad es fundamental. Ya Adam Smith hacía referencia a este aspecto en su Teoría de los Sentimientos Morales, pero más modernamente hay economistas que han desarrollado la teoría de las expectativas, explicando las tendencias del mercado más por lo que se espera que por aquello que se ve. Es lo que ocurre en el caso: se habrá caído Wall Street, pero si Estados Unidos no sale del atolladero, menos saldrá el resto.

Es lo que siente el inversor común e incluso el sofisticado operador cambiario, hoy notoriamente devaluado por los desastres de los que es parte protagonista. Se advierte que el peso de la economía norteamericana sigue siendo decisivo y se reconoce que esa mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios le permitirá zafarse cuanto antes. Detrás de todo, naturalmente, está su competitividad, que nace de la modernidad de la gestión, de la rápida incorporación de tecnología y de la producción innovadora, sustentada en su predominio en patentes de invención.

Mientras tanto, nuestro escenario exhibe todavía incongruencias formidables. Cuando el secretario de Comercio argentino inspecciona mesas de cambios, en actitud policíaca, naturalmente cunde el pánico. Podrá circunstancialmente apaciguar la tendencia alcista, pero no se puede tapar el cielo con un harnero y ella recrudecerá. Cuando Ecuador anuncia el default de sus intereses de deuda externa y hace pública su voluntad de reprogramaciones unilaterales de vencimientos, enciende luces rojas en muchos tableros. Ni hablemos de las señales venezolanas, que se suman para configurar un panorama que nos hace daño a todos.

Es verdad que quienes tienen poder de decisión en estos temas, sea en la organización internacional o en la banca privada, cada vez discriminan más. Saben bien que Brasil, por ejemplo, lleva un manejo muy serio de sus finanzas desde los tiempos de Fernando Henrique Cardozo, continuados por un Lula mimado por la derecha en razón de su moderación y adorado por la izquierda por su origen social. Pese a todo, sin embargo, resulta difícil para la región latinoamericana generar una confianza hacia la inversión cuando aún está en suspenso en el mundo desarrollado.

Para enfrentar una situación de esta naturaleza, se advierte estos días la falta de liderazgo. Cuando hay crisis se mira hacia el Estado y los vilipendiados políticos que lo conducen. Su protagonismo, como dice Felipe González, ha retornado "de la mano del mercado". Y aquí nos encontramos con un Estados Unidos en tránsito, Bush saliendo y Obama entrando, dependiente éste de asesores que llenen su vacío de experiencia. Europa, a su vez, más bien lenta por su estructura, ha venido acompañando razonablemente pero sin marcar un rumbo. Se advirtió en la publicitada reunión del G-20, que no ofreció un rumbo claro y cierto. Dijo lo que todos ya sabíamos: que no se podía incurrir en el error de 1929 y había que mantener la economía real en funcionamiento, que debía realizarse un esfuerzo para reflotar Doha y, por supuesto, reordenar las instituciones financieras internacionales. El "qué" reunía evidente consenso antes de la reunión. Es en el "cómo" donde reina la incertidumbre y allí poco avance se advirtió.

Como dice un personaje de Carlos Fuentes en La Silla del Águila: "Los pueblos juzgan más por lo que ven que por lo que comprenden". Y ése es el tema. No se ve quién está a cargo. Se escucha un coro, no siempre bien concertado. Cuando se ajuste esa partitura, recién comenzaremos a emprender el real camino de la salida. Por ahora, seguimos con medidas parciales, unas más efectivas que otras, pero sin claridad sobre el conjunto.


Fuente: El Pais.com
Autor: Julio María Sanguinetti, ex presidente de Uruguay, es abogado y periodista.
Fotografia: Daylife / Getty Images "They are: (L-R) Sarkozy, U.S. President George W Bush, British Prime Minister Gordon Brown, Canadian Prime Minister Stephen Harper, Russian President Dmitry Anatolyevich Medvedev, Japanese Prime Minister Yasuo Fukuda, Italian President Silvio Berlusconi and EC President Jose Manuel Durao Barroso".

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viernes, 12 de diciembre de 2008

PESADILLAS AMERICANAS, la otra cara del sueño americano.

El sueño americano y el modo de vida del país están en peligro. La crisis económica de hoy ha venido a profundizar unas desigualdades sociales que se estaban gestando.

Casi 40 millones de habitantes del país más rico viven hoy en la pobreza. El sueldo mínimo es el más bajo del último medio siglo. Los recortes de los programas sociales y de los impuestos del gobierno Bush solo han beneficiado a los ricos.

En lugares como Nueva York se ha doblado el número de personas que necesitan ayuda para poder comer, a pesar de que trabajan y ganan un sueldo medio. Los pobres y las clases medias nunca habían estado tan mal.

En los hospitales, los médicos cada día se encuentran con más gente que carece de seguro médico porque no puede pagarlo. Ya son casi 50 millones de personas en todo el país. En algunos lugares los índices de mortalidad se parecen a los de los países más pobres.

El gobierno no tiene dinero para ayudar a su gente, pero si para la guerra. Este es el legado de Bush. Estos son los algunos de los problemas que tendrá que afrontar el próximo presidente de Estados Unidos...

  • Ficha técnica.
Presentación: EN PORTADA, RTVE, 19 de octubre de 2008
Guión: Lucia Oliva
Realizador: Jose Jimenez Pons
Imagen: Ricardo Vallespin
Sonido: Irene Martín
Montaje: Alejandro Cid
Producción: Ana Pastor.
Duración: 42 minutos.

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miércoles, 10 de diciembre de 2008

La Declaración Universal de Derechos Humanos en imágenes.

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sábado, 6 de diciembre de 2008

Por qué los profetas no lo vieron venir. Por David Fernández

Los 'gurús' de la economía no anticiparon la crisis por miedo a disentir y por interés. Muchos analistas también viven del negocio.

Imagínese que usted forma parte de una de las instituciones económicas más influyentes del mundo como es la London School of Economics. Imagínese también que ejerce de anfitrión junto con sus colegas durante una visita de la reina Isabel II a la sede del centro. En principio, uno de tantos actos protocolarios de guante blanco. Imagínese que la soberana de todo un Imperio se salta el protocolo para lanzar al aire una pregunta que seguro también se la hace el tendero de la esquina: "¿Por qué nadie ha sido capaz de anticipar la que se nos ha venido encima?". Deje de imaginar. La situación es real, ocurrió el pasado noviembre y ejemplifica cómo la crisis económica ha puesto en evidencia los pronósticos económicos. Hasta tal punto han fallado las previsiones que uno de los pocos que anticipó el crash, Nouriel Roubini, ha traspasado la línea que separa al economista de la estrella del pop y ahora va impartiendo doctrina por medio mundo en conferencias avaladas con cheques de varios ceros.


Simples turbulencias, desaceleración, crisis, recesión, ¿depresión? Esta es la secuencia que han seguido las previsiones de Gobiernos (incluido el español, que hasta bien entrado 2008 se negó a hablar de crisis), organismos internacionales, escuelas de negocios, reputados consultores y gurús de la gestión empresarial. Nadie tiene una bola de cristal para anticipar el futuro. Como decía Karl Popper, "predecir el nacimiento de la rueda es inventarla". Además, una crisis económica como la actual, la peor para muchos desde 1929, presenta varias raíces inéditas que han aflorado al mismo tiempo, lo que complica cualquier análisis. Sin embargo, estas dificultades no deben servir de excusa para esconder que los modelos de estimación económica presentan algunos vicios que limitan sus probabilidades de éxito. Conflictos de intereses, falta de transparencia, miedo a ir contracorriente ("fuera del consenso hace mucho frío", ironiza un experto) o la resistencia a dar voz a los críticos con el sistema económico durante el largo periodo de bonanza porque sus teorías no venden son algunos de estos vicios.

Hace un año este periódico pidió a 15 casas de Bolsa que dijeran en qué nivel se situaría el Ibex 35 en diciembre de 2008. El precio objetivo medio situaba el índice bursátil español en 17.300 puntos. El Ibex 35 está hoy por debajo de los 9.000 enteros. En defensa de los analistas hay que decir que en ese momento la crisis financiera aún no había mostrado su cara más violenta y que la economía real no se había contagiado. Lo que ya tiene menos explicación es que el pasado junio, cuando la metástasis de las hipotecas basura se había extendido por todo el sistema, la venta de optimismo seguía siendo la tónica dominante.

Credit Suisse, UBS, Citigroup, JPMorgan, Deutsche Bank, Goldman Sachs y Exane BNP Paribas son algunas de las firmas de Bolsa más importantes del mundo. En conjunto analizan las acciones de más de 10.000 compañías cotizadas. Pues bien, en junio sólo un 13% de sus consejos eran de vender acciones. El resto de recomendaciones a sus clientes eran de comprar o en el peor de los casos de mantener los títulos en cartera.

¿Por qué cuesta tanto escribir en un informe de Bolsa la palabra vender? "Por la propia estructura del mercado. Una entidad financiera suele tener conflictos entre el análisis y el negocio. Esta situación puede significar que la independencia de los analistas a la hora de emitir sus opiniones se vea limitada", reconoce Rafael Sarandeses, secretario general del Instituto Español de Analistas Financieros. A pesar de entonar el mea culpa, Sarandeses matiza que esta crisis no se debe a los errores de los analistas sino "a los fallos de los supervisores financieros y a las malas prácticas de las agencias de calificación de riesgos".

Sería injusto centrar todas las críticas en los analistas de Bolsa. Sus colegas macroeconómicos tampoco han estado muy finos. En enero de 2007 el consenso de mercado (bajo este concepto se engloban organismos supranacionales como el FMI, el Banco Mundial o la OCDE cuyos juicios deberían estar a salvo de las tentaciones que acechan a las instituciones privadas) preveía un crecimiento del PIB en EE UU y en la zona euro del 3% y del 2,1%, respectivamente. En noviembre de 2008 esas expectativas habían caído al 1,4% y al 1%. "Las crisis ocurren porque son inesperadas. Si todo el mundo las esperase no se materializarían. Además, en este caso nos hemos topado no con una crisis, sino con tres al mismo tiempo: la financiera, la hipotecaria y la económica", se defiende José Luis Martínez, economista jefe de Citigroup en España. Entonces, ¿no cree que haya que ajustar en nada los modelos económicos? "Todos los economistas manejamos varios escenarios. Quizás esta crisis lo que nos enseñe es que debemos aprender a asignar una determinada probabilidad al escenario elegido. No es lo mismo que digamos que va a producirse determinado acontecimiento cuando el margen de acierto que manejamos es de sólo el 40% que cuando asignamos a nuestro pronóstico el 80% de probabilidades. Esta crisis va a forzar una mayor transparencia en las previsiones".

Al calor de cada burbuja suelen surgir teorías que hablan de cambios revolucionarios que transformarán por completo el sistema económico. Estos planteamientos, sin embargo, suelen desinflarse casi a la misma velocidad que la burbuja que los amparó. A finales del siglo pasado se popularizó el concepto de Nueva Economía según el cual el desarrollo de Internet y otras tecnologías harían que pasásemos de una economía industrial a una economía del conocimiento y, como consecuencia de ello, se acabarían los ciclos económicos. Que le pregunten a las personas que hacen cola a cientos a las puertas del Inem si todavía existen los altibajos en economía... Con la burbuja financiera de los últimos años, diferentes think tanks han puesto de moda otra teoría no menos visionaria bautizada con el nombre de decoupling. La corriente de pensamiento que está detrás de este vocablo viene a decir que las reformas estructurales acometidas por los países emergentes les permitirán seguir con su senda de crecimiento con independencia de lo que ocurra en las economías desarrolladas. En los últimos dos meses se ha vuelto a comprobar que cuando las economías occidentales tosen, el resto, como mínimo, se resfría. China echa el freno a su espectacular crecimiento, los inversores castigan las divisas de México y Brasil, Rusia se ve forzada a cerrar en varias ocasiones sus mercados, Argentina desempolva medidas confiscatorias... En fin, todo un déjà vu.

"No creo en los gurús. Es una tendencia a abolir", sentencia José de Rafael, director de la Asociación Española de Empresas de Consultoría. "No se puede opinar más que con altos conocimientos de la situación. Se han corrido muchos riesgos por la proliferación de los mal llamados gurús. Siempre están los arribistas que tiene más pico que los demás, y en un determinado momento sus teorías pueden llegar a convencer". A pesar de la fuerte crítica a los analistas estrella, De Rafael opina que las previsiones económicas en esta crisis no han resultado tan erróneas. "La crisis se veía venir desde hace 14 meses. Lo que los expertos no han sabido anticipar ha sido su intensidad. Además, la raíz de la crisis no es financiera, sino de valores, y esto es imposible de predecir. La codicia y la corrupción han prevalecido sobre la ética empresarial", añade este experto.

El escritor especializado en temas de management Peter Drucker solía decir que el término gurú se había convertido en una palabra bastante popular debido a que la etiqueta alternativa de charlatán era demasiado larga para usarla en un titular periodístico. En los últimos años las conferencias de los grandes expertos en gestión empresarial han desbordado todos los aforos. Cientos de discursos y power points para encontrar la receta del éxito, pero pocas voces que alarmasen sobre lo que se estaba gestando. "Que yo recuerde, de los economistas extranjeros sólo adelantaron la crisis Nouriel Roubini y Paul Krugman mientras que entre los españoles destacan Ignacio Garikano y Xabier Mena", recuerda Alberto Saiz, director de HSM España, empresa especializada en contenidos de gestión empresarial y organizadora de Expomanagement. "Es más fácil subirse a la ola del pensamiento reinante que hacer un estudio profundo de la situación. En este sentido, yo también criticaría la actitud de los medios de comunicación por popularizar algunos mensajes", añade. "La verdad absoluta no la tiene nadie. Nuestra misión es inspirar a los ejecutivos para que encuentren alternativas para desarrollar sus estrategias, no decirles lo que tienen que hacer".

Tanto Saiz como el resto de expertos consultados para este reportaje reconocen que ante el tema de las previsiones, sean estas económicas o de otra índole, las personas se mueven con un marcado sentido gregario y que, al igual que hace dos años era un milagro que un libro de management o un economista crítico se abrieran paso, ahora se corre el peligro, por la ley del péndulo, de que sólo quede espacio para los agoreros. "Los seres humanos queremos oír aquello que se adecúa a nuestros patrones mentales. Si antes lo único que parecía vender eran las noticias buenas, ahora parece que triunfan las previsiones pesimistas", señala el director de HSM. "Tanta incertidumbre obliga a converger en posiciones, se traduce en una cierta opinión consensuada. Aunque con puntuales discrepancias, todos buscamos saber la opinión del de al lado. Ahora puede que corramos el riesgo de irnos al otro extremo: caer en el pesimismo absoluto y no valorar las cosas buenas que se están haciendo", añade José Luis Martínez.

Pero, cuidado, conviene no pasarse de frenada en la teoría del caos. La realidad es tozuda y el éxito efímero. Y si no que se lo pregunten a Ariun Murti, experto de materias primas en Goldman Sachs. En marzo de 2005 Murti predijo que el precio del petróleo daría el salto de 50 dólares a 105 en sólo cuatro años. Se desvió sólo unos meses. La situación del mercado le llevó a doblar su apuesta en mayo pasado, situando el barril de crudo en 200 dólares en sólo dos años. Coincidiendo con este segundo augurio de Murti, el petróleo inició un vertiginoso descenso que le ha devuelto de nuevo a la zona de los 50 dólares.

Otra consecuencia de la crisis actual es que se ha puesto en duda un dogma de fe económico de los últimos años: el poder casi religioso del libre mercado. Incluso en el santa sanctorum del capitalismo como es Wall Street han tenido que hincar la rodilla y rogar una inyección de dinero público para resolver sus pecados. El retorno a políticas de corte más intervencionista ha vuelto a poner de moda al economista británico John Maynard Keynes, partidario de la intervención del Gobierno para estimular la economía.

Pero incluso él también erraba a veces en sus previsiones. Un día tuvo que salir del paso de las críticas de un economista rival que le acusaba de inconsistencia en sus argumentos. "Cuando los hechos cambian, yo cambio mi opinión, ¿qué hace usted, caballero?". Habría sido interesante oír la respuesta que hubiera dado Keynes a la pregunta de la reina Isabel II.


Frases proféticas
LOS QUE NO ACERTARON:

- Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), manifestó en junio de 2008: Nuestro escenario base señala que tendremos un recorte en el crecimiento del área euro durante el segundo y tercer trimestre de este año, para después retornar a la seda de un crecimiento moderado y progresivo en el cuarto trimestre.

- Simon Johnson, entonces economista jefe del FMI, se mostró así de convencido de la solidez de la economía mundial en primavera de 2007. Todos los riesgos que se ciernen sobre nuestras previsiones parecen menos amenazadores que seis meses atrás.

- José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español, respondió así en junio a la pregunta de ¿hay crisis o no hay crisis?: Como todo, es opinable y depende de lo que entendamos por crisis. La economía crecía el año pasado por encima del 3,5% y este año va a crecer en torno al 2%.

LOS QUE ANTICIPARON LA CRISIS:

- Nouriel Roubini, profesor de economía en la escuela de negocios Stern (Nueva York) y director de la consultora RGE Monitor, escribió un informe en agosto de 2004 junto a Brad Setser en el que alertaba acerca de que los balances comerciales de las principales economías del mundo eran insostenibles y probablemente provocarían una crisis en el sistema económico en los próximos tres o cuatro años.

- William White, ex economista jefe del Banco Internacional de Pagos (BIS), con sede en Basilea, fue bastante consistente en sus críticas con las políticas monetarias demasiado laxas practicadas por los bancos centrales y las graves consecuencias que podía tener la expansión del crédito barato.

- Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, dijo en junio de 2006: El incremento de la deuda de las familias es un serio elemento de riesgo, especialmente a partir de 2008. El precio de la vivienda está sobrevalorado. El endeudamiento de los hogares nos conducirá a una situación cada vez menos sostenible.

Fuente: ElPaís.com
Autor: David Fernández

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miércoles, 3 de diciembre de 2008

EEUU prevé un gran atentado en cinco años

Un informe encargado por el Congreso vaticina un ataque bacteriológico contra una gran ciudad del mundo. Los expertos ven a Pakistán como centro del terror.

De aquí a cinco años, en 2013, es muy probable que se produzca un ataque terrorista bacteriológico contra alguna de las grandes ciudades del mundo, asegura un informe de expertos independientes encargado por el Congreso estadounidense.

El informe, que se redactó antes de los ataques de Bombay, centra muchas de sus preocupaciones en Pakistán, debido a sus redes terroristas, su historia de inestabilidad política y el hecho de que sea una potencia nuclear.

"Pakistán es nuestro aliado, pero existe un grave peligro de que pueda ser una fuente involuntaria de ataques terroristas contra EEUU, posiblemente con armas de destrucción masiva", asegura el panel. "Si hacemos un mapa del terrorismo y de las armas de destrucción masiva hoy, todos los caminos confluyen en Pakistán".

El peligro bacteriológico

El informe, que el Congreso encargó el año pasado, concluye que los terroristas tienen más posibilidades de conseguir armas bacteriológicas que nucleares, pero que la disponibilidad de estas últimas está creciendo rápidamente.

El informe recomienda al presidente electo Barack Obama que tome medidas. "Ninguna misión puede ser más urgente", asegura la Comisión contra la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva y Terrorismo, que tardó seis meses en elaborar sus recomendaciones. "El margen de seguridad de EEUU se está reduciendo, no ampliando", añaden los expertos.

En el tema bacteriológico, asegura que las redes extremistas todavía no tienen acceso a tecnología lo suficientemente avanzada como para construir "bombas patógenas". Pero es cuestión de tiempo y oportunidad. "Estados Unidos debería estar más preocupada por biólogos que se hagan terroristas que viceversa", asegura el informe.

"Sin una acción urgente y decisiva de la comunidad mundial, es probable que se lleve a cabo un ataque terrorista con armas de destrucción masiva en alguna parte del mundo de aquí a finales de 2013", vaticina el informe.

El panel bipartidista del Congreso, presidido por el senador demócrata por Florida, Bob Graham y el republicano de Misouri James Talent, fue una de las recomendaciones de la Comisión del 11-S que debía explorar la causa de los atentados. En la redacción de sus conclusiones entrevistaron a más de 250 expertos gubernamentales e independientes en todo el mundo.


Si los terroristas de Bombay hubieran tenido acceso a armas biológicas o nucleares, advierte Graham, "el número de muertos habría sido mucho mayor".

Pese a ofrecer un panorama aterrador, el panel muestra cierto optimismo al estimar que "el terrorismo nuclear es una catástrofe que se puede prevenir" si se refuerzan las medidas de seguridad de las reservas de uranio y plutonio y se estrecha la coordinación internacional contra el contrabando de tecnología nuclear.

Recomienda para ello que se endurezca el Tratado de No Proliferación Nuclear, se aumenten sus sanciones y se otorguen más poderes al Organismo Internacional para la Energia Atómica (OIEA).

Menciona en este apartado las amenazas de Corea del Norte e Irán. La Comisión recomienda a Barack Obama que adopte una línea dura con Pyongyang y Teherán. En el caso de que decida iniciar contactos diplomáticos, como aseguró a lo largo de la campaña, debería ser "desde una posición de fuerza, insistiendo en los beneficios para ambos de abandonar sus programas nucleares y el tremendo coste si se negaran a hacerlo".

Fuente: Público.es
Fotografía: 20minutos.es / Reuter / Cadena de atentados en Bombay. Un policía acompaña a un ancianos a través de la estación de trenes de la ciudad india, en donde unos pistoleros abrieron fuego contra los pasajeros. Es parte de una cadena de atentados que han dejado cerca de 200 muertos.

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