En crisis: las ideologías. Por Lluís Bassets

En Europa somos capaces de andar siempre con el paso cambiado. La izquierda es tan conservadora y la derecha tan rara como para que una vez más seamos incapaces de sintonizar con la otra orilla (lo intenta Brown, aunque de capa caída). La tentación populista es fuerte, como revelan el sarkozysmo y todavía más el berlusconismo. Quizás la más fuerte, siguiendo un lejano reflejo de la Gran Recesión del siglo pasado. Donde las cosas están en orden, en cambio, es en Estados Unidos: los republicanos se sienten como rebaño sin pastor (un 68 por ciento confiesa que no tienen líder); su propio Gobierno tuvo la oportunidad de liquidar lo que quedaba de sus recetas ideológicas y lo hizo (tiene razón Obama: la primera gran intervención ’socialista’ fue obra de Bush, con el objetivo no alcanzado de salvar la banca financiera; ¿de qué se van a quejar ahora?); y la única alternativa a los planes de impulsar una nueva economía verde y tecnológica la ofrece el radiofonista Rush Limbaugh, el Federico de las grandes praderas: rechazo total a la subida de los impuestos, rechazo tajante a la intervención del Estado.
Quienes lo tienen muy claro son nuestros amigos de Beijing. Sus ahorros siguen afluyendo hacia Estados Unidos vía bonos federales, con resultados interesantes para Obama: tiene líquido para emprender sus numerosos proyectos de cambio de modelo económico y no se le cae por los suelos la cotización del dólar. No es extraño que los chinos reivindiquen sus habilidades e incluso su ideología frente al desprestigiado liberalismo capitalista y su democracia representativa. La división de poderes o la alternancia les parecen cosas extrañas y perjudiciales para su exitosa fórmula de pluralismo dirigido por el Partido Comunista (también entre nosotros hay alérgicos a lo primero, en Madrid, y a lo segundo, en Bilbao; pero en ningún caso con tanto descaro ni sobre todo con resultados tan eficaces a la hora de poner en práctica las propias ideas).
Fuente: "De Alfiler al Elefante" - ElPaís.com
Autor: Lluís Bassets es periodista. Director adjunto de EL PAÍS. Se ocupa de las páginas y artículos de Opinión.
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